Recientemente el grupo Apoyo publicó su ya tradicional "Encuesta del Poder", en la revista Semana Económica. Se trata de una encuesta que se realiza teóricamente entre 1500 personajes influyentes en el Perú. Hay una novedad con respecto a la encuesta de años anteriores. Se ha incluido la siguiente pregunta: ¿Cuáles son las instituciones o grupos de interés que ejercen algún tipo de poder oculto o informal en el Perú?
¿Qué cosa entiende la encuesta por poder? Gonzalo Zegarra, editor de la revista, dice: "En ediciones anteriores de la encuesta se usaba el concepto de influencia, es decir, la capacidad de influir en los acontecimientos. Hace varios años dejamos de usar una definición única de poder, para que cada encuestado responda asumiendo su propio concepto de poder." Lo que no deja de ser curioso, para empezar, es una encuesta sobre un término tan ambiguo que la revista se niega a precisar.
Los resultados aparecen muy extendidos, pero se observa que en primer lugar, con 12% de votos, aparecen empatados la Iglesia Católica y el Narcotráfico. Luego siguen con porcentajes más pequeños: el grupo Romero (10%), las ONG (6%), los medios de comunicación (6%), las mineras (5%), el Opus Dei (5%), las Fuerzas Armadas (4%), la Confiep (4%), los empresarios (3%), la Sociedad Nacional de Industrias (3%), el Sutep (3%).
Más imprecisiones vienen de los adjetivos "oculto" e "informal". Entiendo que se refieren a instituciones que, aunque no tengan ningún tipo de poder formal, por su autoridad, sí influyen realmente en la sociedad. Si es así, me parece razonable que aparezcan instituciones con marcado influjo espiritual. Pero la palabra "oculto" tiene también otra lectura: algo ilícito. Así lo entienden claramente algunos cuando eligen el "narcotráfico".
Otro tanto ocurre con algunos resultados. Las ONG no son un grupo único: las hay cívicas, ambientalistas, religiosas, feministas, educativas, etc. ¿A cuáles se refieren? Parece también extraño que los medios de comunicación sólo tengan un 3%, cuando es considerado un gran poder y cuando es evidente que muchos de ellos tienen agendas "ocultas" (es decir, no explícitas) dentro de un estilo que hace alarde de "objetividad".
No puedo dejar de comentar que el Opus Dei no tiene ninguna agenda concreta en temas políticos, económicos, culturales, etc., porque cada fiel es libre y responsable de lo que hace y tratará de influir en la sociedad como mejor le parezca, con las ideas que considere más adecuadas, pero sin representar al Opus Dei. Cabría, incluso, la situación de dos fieles que intentasen influir en la sociedad en posiciones absolutamente contrapuestas. No sería ni raro ni novedoso.